martes, 2 de febrero de 2010

¿La gran mentira?

Leo con desánimo la siguiente noticia. No es que sea nada nuevo o desconocido para mi, tan solo viene a confirmar una de las grandes mentiras sobre las que se soporta la prevención de riesgos laborales en este país.

No son pocas las veces en las que, tras un accidente laboral, se alzan rápida y afiladamente las voces de los delegados sindicales de turno, reclamando la falta de medidas de seguridad, y en especial de formación de los trabajadores.

Yo llevo más de diez años viviendo de esto. Pertenezco a este sector desde la entrada en vigor del reglamento de los servicios de prevención. He visto lo que se hace, he sido partícipe incluso en lo relativo formación de riesgos laborales, como alumno y como profesor, a todos los niveles.

En este país, la cantidad de dinero ¿invertido? ¿gastado? (cada cual que ponga su calificativo, a mi ya me da pena seguir engañándome) en formación de riesgos laborales es sencillamente escandalosa. Las cantidades que año tras año las administraciones públicas destinan a este concepto producen sonrojo, especialmente si vemos los resultados obtenidos a cambio. Los diferentes gabinetes, centros, o institutos de carácter autonómico justifican buena parte de su presupuesto en acciones formativas, que se repiten año tras año, a veces sin un criterio que realmente las justifique.

El número de personas formadas a nivel básico, intermedio o superior por habitante no es comparable al de ningún país del mundo, aquí tiene un master de prevención hasta el que vende calcetines en el mercadillo. Estos cursos, subvencionados o pagados a tocateja (no son baratos precisamente), tienen la validez y eficacia real que todos los que estamos en este mundillo conocemos. No podría ser de otra forma cuando se permite que cursos con una duración lectiva de 600 horas puedan superarse en tres meses, a distancia, con un examen tipo test y un trabajo de 20 hojas.

Pero si hablamos de formación de riesgos laborales, de mal empleo de los recursos disponibles, en ese caso hay un órgano que despierta más sospechas que el resto, y no es otro que la Fundación para la Prevención de Riesgos Laborales.

La Fundación nace al amparo de la disposición adicional quinta de la LPRL, y participan en ella las administraciones públicas (con importante presencia de las diferentes comunidades autónomas), las organizaciones empresariales y los sindicatos más representativos. Desde su creación, la cantidad de dinero que se vuelca en el mismo (procedente al 80% del excedente de la gestión de las mutuas de accidentes de trabajo en su último ejercicio) no ha parado de crecer. (12 millones de euros en 2004,…… 47 millones de euros en 2009)

¿A que se dedica este pastizal? No resulta fácil saberlo, por lo que más difícil aun será determinar si resulta efectivo.

Si uno acude a la página web de la fundación (clik aquí) y trata de averiguar en que se ¿invierte? el dinero de todos (ese que ahora tendremos que seguir aportando dos años más) se encontrará con la siguiente sorpresa: Pulsando sobre el enlace de MEMORIA podemos ver que la del año 2009 no es accesible aun (es lógico, solo estamos en febrero) pero ya es más extraño que el documento del 2008 sea una hoja en blanco. Seguimos viajando al pasado y nos encontramos con que las memorias nos indican el número de acciones solicitadas y aprobadas, el tipo (información, formación, asesoría técnica,…) y los solicitantes: Organizaciones empresariales, organizaciones sindicales y luego pactadas entre organizaciones empresariales y sindicales o fundaciones. En estas memorias no se especifica cuanto dinero se dedica a cada acción, o en que ha consistido cada una de ellas. Si incluyen lo que cuesta anualmente mantener la propia fundación, resultando llamativo que una de las partidas más costosas siempre es la relativa a publicidad y propaganda (en el 2007 se gastó casi tanto en este concepto como en salarios del personal)

Hay que ir por tanto al enlace ACCIONES DESARROLLADAS y seleccionar por año y tipo de acción. Así podemos ver que en 2009, como Acciones Directas tenemos por ejemplo la DI-0001/09 solicitada por CCOO y ejecutada por ISTAS con un presupuesto de 1.000.000 de euros y que consiste en ¿¿?? “la búsqueda no produjo ningún resultado: No existe ningún producto relacionado”. Probemos con otro: DI.0006/09 solicitada pro UGT y ejecutada por UGT, con presupuesto de 1.000.000 de euros…….idéntica respuesta.

Alguien puede pensar que no han tenido tiempo aun para colgar la acción, pero que en breve quedará resulto….esta bien, vamos a acciones del 2008. Por ejemplo, DI-1072/2008, solicitada por UGT y ejecutada por UGT, presupuesto de 610.988, 75 euros…….de nuevo “la búsqueda no produjo ningún resultado: No existe ningún producto relacionado”. Que no parezca que me cebo con estos sindicatos, lo mismo pasa con el resto de acciones solicitadas por otras organizaciones empresariales y/o sindicales.

Hay que llegar al año 2006 para que aparezcan descritas algunas (que no todas) de las acciones desarrolladas. Solo voy a poner dos ejemplos para no extenderme, pero el que quiera que entre en la página y se regocije:

Año 2006. Acción DI-258/2006. Solicitada por UGT y ejecutada por UGT. Presupuesto de 491.905, 93 euros, que se justifican con:

- 3 boletines informativos del observatorio permanente de riesgos psicosociales.

- 5 guías sectoriales de riesgos psicosociales

- 1 informe técnico sobre incidencia de los riesgos psicosociales

- 3 trípticos sobre riesgos psicosociales

Año 2006. Acción DI-260/2006. Solicitada por CCOO y ejecutada por ISTAS. Presupuesto de 835.931, 67 euros, que se justifican con:

- 1 Guía para delegados y delegadas de prevención sobre sustitución de disolventes peligrosos.

Que cada uno saque sus propias conclusiones, yo hace tiempo que tengo las mías.