martes, 9 de marzo de 2010

Póntelo, pónselo (el casco)

Afortunadamente, hay batallas en las que la seguridad y la salud han ido ganando terreno. Los que llevan años en esta profesión recordarán lo difícil que resultaba ver a los operarios con el casco puesto. Sin embargo basta con acercarse a una obra (bueno, eso en estos tiempos que corren puede ser más complicado) para ver como cada vez son más los que utilizan – vía "manu militari"- este equipo de protección individual.

¿Cómo conseguir convencer a aquellos que todavía se escaquean de utilizarlo?

Ahí va una propuesta:
Hace ya unos cuantos años, cuando no existía la obligatoriedad de utilizar el casco en motos y ciclomotores, o al menos no se perseguía su falta de uso, hubo unos avispados que encontraron el modo de convencer a no pocos chavales de lo estupendo que podría ser ponerse uno cada vez que se subían a sus vespinos o variants.

Las principales marcas de cascos (recuerdo especialmente Shoei y Arai), comenzaron a poner a la venta las réplicas de los cascos de los pilotos de moda por aquellos tiempos. Los cascos no eran baratos pero…¿Qué padre iba a negar a su hijo el casco que SI se pondría?

Empezó a ser habitual ver a chavales
conducir sus ciclomotores enfundados en un Kocinsky Replica, que abultaba más que la propia moto. ¡Como resistirse a aquellas cabezas de águila en los laterales!...luego llegó la obligación y aparecieron esos simulacros de casco que se llamaron los "quitamultas" que tantas desgracias NO han evitado.

Bueno, dejando atrás la nostalgia y volviendo a lo que nos ocupa: De igual manera que aquellos fabricantes de cascos para moto, hay fabricantes y suministradores de EPI's que han tenido una idea similar, y han "customizado" los aburridos cascos de obra. De momento, la idea ha tenido su origen en América, y por eso los diseños propuestos son de tipo patriótico, pero imaginemos que podríamos lograr en nuestro país, con diseños a gusto de cada "currito". Modelos futboleros, réplicas F1, nacionalistas,…las posibilidades son infinitas, y de esta manera se podrían lucir con orgullo los colores de cada uno.

Propuestas más arriesgadas, y seguramente pendientes de homologación son las que elevan el sombrero tradicional de la región a protección individual. ¿Veremos alguna vez la txapela de seguridad?

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